El problema principal que tienen esta gente es que ya se les suele tener más calado que a un chubasquero asturiano. Vamos, que se les ve a la legua. Y entonces, en lugar de estar en el grupo de la gente normal, pasan al grupo de los pseudointeresantes donde se mezclan con los cansinos, los yo-yo-y-yo, los lissstos etc etc. O sea, que salen de Málaga y se meten en Malagón.
Esto me pasó en una conversación que escuché anoche.
Tipo A (el "intersante"): Hoy he ido a ver Rec (película de miedo que todos conocemos).
Tipo B (la víctima): Ah, ¿sí?. ¿Y qué tal?
(Llegados a este punto ya todos sabemos cual va a ser la respuesta del pseudointeresante)
A: Bah, a mí no me ha dado miedo (mi mi mi. Aquí aparece el intento de ser diferente). Además, he estado con unos colegas e íbamos en plan risas. Así que nos hemos reído de muchas cosas de la peli. (Aquí aparece el desprecio. No sólo no le ha dado miedo sino que dice se ha reído).
Observese también que estos sujetos nunca suelen hacer estas cosas (ir al cine a mofarse del trabajo de otros por ejemplo) solos, sino que siempre van con los "colegas". Suelen necesitar reafirmar sus convicciones con otras personas ya que quieren ser diferentes pero a su vez estar integrados. Hay que notar también que no les gusta usar la palabra "amigos" para referirse a sus "colegas" ya que, o no suelen conservar a una misma persona como amiga durante más de tres meses, o sus colegas son también del grupo de pseudointeresantes y pueden llegar a tener un grado de amistad tan grande como el que tengo yo con mi radiador (y eso que mi radiador al menos produce calor durante el frío invierno).
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