Viaje a la terminal 4

Odio los aeropuertos. Los odio bastante se podría decir. Hoy a la family y a mí nos ha tocado recoger a mi primo Christian al aeropuerto, que vuelve a casa por navidad como el del anuncio. Como era un vuelo internacional, nos ha tocado ir a recogerlo a la jodida Terminal 4.

Odio esa monstruosidad. A parte de ser ya de por si un aeropuerto en si misma con sus dos pistas y su terminal satélite (mejor nombre no le podrían haber dado porque, a parte de ser inmensa, está a tomar por culo), se considera parte del aeropuerto de Barajas, por lo que se crea un monstruoaeropuerto de la leche. Si ya de por si viajar en avión intimida un huevo (al menos a mí) ¿por qué hacen esos mamotretos en los que tardas media hora en encontrar tu puerta de embarque? ¿Por qué no hacen varios aeropuertos más pequeños? Londres tiene siete, ¡siete!

Cuando fui a comprar los billetes para un viaje que hice el marzo pasado a Londres, vi unos que estaban bien de precio y eran de la fecha que quería, pero vi reticente que a la ida aterrizábamos en un aeropuerto llamado London City Airport (los más comunes son Heathrow y Gatwick). Ví en internet donde estaba el aeropuerto y asombrosamente era el que más cerca estaba del centro. Además, llegaba una especie de metro en superficie llamado Tramlink y que costaba lo mismo que el metro londinense. Así que al final pillé los billetes.

Bueno, el aeropuerto, la leche. Parece de juguete. Sólo tiene una pista y esta en un dique al lado del Támesis rodeado por agua. La terminal es enana. Coges las maletas, das un paso y estás en la calle. Y al salir está la estación del Tramlink. Mención especial cabe su ubicación, en plena zona industrial y portuaria decadente del este de Londres. Si os gusta la arquitectura industrial llevad preparada la cámara en el Tramlink.